Lunes, vuelvo del colegio, meriendo rompiendo la estricta dieta que ya no soporto, me cambio el uniforme, miro televisión, quedo dormida frente a ella, limpio mi cuarto por primera vez en meses, pongo un CD de la época en la que se usaban, el primero que agarro, Usher, “confessions”. Para acompañar el momento a solas prendo la vieja notebook que heredé de mi padre, no hay Internet. Tras varios intentos de ingresar en Factbook me rindo y decido escribir. Raro, hace mucho tiempo que no escribo algo bueno, supongo que esto tampoco lo será. Soñé siempre con publicar un libro siendo joven, pero así no llegaré a nada.
Me pregunto que puedo escribir pero no hay ningún tema interesante en mi cabeza. Relato, muchos signos de puntuación. Siento que nadie querrá leer esto, posiblemente lo suba a Factbook como una nota, se que alguien será curioso y pondrá un “me gusta”, simplemente para hacerme feliz. Posiblemente entrará por el título que le pondré, “mi vida”, la gente es chusma, quiere saber, y aquí están tratando de encontrar algo interesante en mi, pero no verán nada.
Copiaré el archivo que en este momento está en Word (ctrl. C) y lo pegaré en una nota de Factbook (ctrl. V) desde la computadora que si tiene Internet, mientras alguien lo lee abriré un nuevo archivo y comenzaré a escribir algo de verdad, algo que posiblemente nunca termine, pero que al fin y al cabo llenará este espacio libre que tengo hoy.
Julia Turner
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