
Debo admitir que la idea me cuesta, que no es fácil renunciar a lo que me gusta. Rendirme no suele ser una opción pero supongo que en este momento es mejor que perder... que perderte.
Al principio esto no me gustaba nada, creí que no iba a poder pero de a poco la idea se va metiendo más en mi cabeza y me doy cuenta que tenías razón cuando me decías que como amigos es mejor. Te aprecio tanto que no puedo obligarte a quererme como algo más, y por el mismo motivo vos sabés que me podes convencer de ser algo menos.
Me di cuenta que ya no me gustabas cuando perdí la costumbre de mirarte fijo a los ojos, caí en la cuenta de que te miraba como a otro más. Me emocioné cuando me nombraste una mujer y sonreí. Y más aún cuando me preguntaron por nosotros y fui capaz de responder "solo amigos" sin pensar nada más en mi interior. Hoy te quiero como a un hermano, te quiero como a alguien más en mi familia. Hoy te quiero a mi lado por mucho tiempo más.
Lo nuestro es único, si, pero como lo que somos, no como algo más.
Y tus alegrías siguen siendo las mias y mis tristezas las tuyas. Aún me sacas sonrisas como caramelos a un niño y me haces sonrojar con las asquerosidades que salen de tu boca. No perdemos la costumbre de escaparnos del estudio o de escuchar la misma música. Incluso mejoramos... ya no podemos irnos a dormir sin mensajearnos, sin saber que hizo el otro o qué hará.
Entre los dos hacemos uno, y no hay por qué hacerle caso a esta sociedad que "empareja" y "enamora" a todo el que se le cruza, porque nosotros sabemos qué es el amor y en quien lo encontramos.
Por eso nos apreciamos cada día más, pero no nos amamos.
Tal vez algún día... tú sabes que pasará si esto es realmente cierto... por ahora estamos bien
No hay comentarios:
Publicar un comentario