domingo, 3 de julio de 2011

Ella, mi hermana mayor


"..siempre sabes ser mi guía y mostrarme las direcciones,

en mis momentos de duda,

y ante las duras desiciones..." (Nach- Amor libre)

Si tu has usado la fotografía para demostrar yo usaré las palabras porque es mi medio, porque es la única forma que encuentro de expresarte lo que siento.

No se si te enojará descucbrir algún día, tal vez hoy incluso, que todo lo que pienso de ti cualquiera que pase por mis notas lo pueda leer. A mi no me molesta, más bien era lo que pretendía, quiero que el que esté interesado en leer que lea y que sepa quien sos para mi. No voy a ocultar sentimientos solo porque no son obvios.

A ti querida hermana te quiero decir gracias, perdon, por favor y te quiero por todas las veces que no te lo dije antes. Quiero agradecerte por cada una de las cosas que has hecho por mi, por ser ejemplo y guía; por hacerme favores, desde ordenar mi cuarto hasta alcanzarme el teléfono; por ser mi confidente para mis secretos más hondos; por decirme "te queda hermoso" o "sacate eso" cuando fue necesario; por mirarme mal cuando hacía algo que no correspondía porque cada una de esas miradas las entiendo hoy; por enseñarme a leer y a escribir (Si, ya estoy llorando); por obligarme a ver tantas veces rey león o la Sirenita aunque la últimano me gustaba nada; por darme la computadora cuando te la pedía y no enojarte cuando te la robaba a vos; por hacerme reir con tus preguntas y charlas de mesa; por no pegarme cuando armaba bochinches o le decía a mamá lo que hacías; por perdonarme tantas cosas y por pedirme perdón por tantas otras que no deberías porque no eran tu culpa; por irte tan lejos y hacerte extrañar y valorar todo lo que teníamos; por escucharme siempre aunque haya contado un chiste malo o mi peor catástrofe amorosa; por reirte conmigo de esas estupideces que solo vos y yo nos reímos; por cantar conmigo en Tucumán e inventar una canción; por dormirte en cada viaje de auto arriba mío; por calmarme cuando estaba aterrada y darme energía cuando estaba desganada; por cocinarme tus tartas ricas de choclo y otras esquiciteces; por aceptar novios mios que nadie más aceptó; por ser sincera; por mandarme mail y acordarte de mi desde tan lejos; por enseñarme qué es la música aunque después haya elegido mi estilo propio (sigo abriendo jessie j- price tag, fue la ultima mientras estabas aca); por llorar adelante mio sin verguenza y dejarme llorar; por entenderme; por suplicarme y dejarme rogarte ciertas cosas; por inspirarme; por retratarme; por retarme (jaja); por cuidarme y protegerme; y finalmente por ser la clase de hermana que todas deberían ser, especial y única.

Te quiero pedir perdón por todo lo que he hecho mal que te haya afectado y en especial por cada una de las veces que me aconsejaste y no te quise escuchar. Porque 15 meses no son mucho pero lo son todo, porque en 15 meses sí viviste más que yo y me puedes acosejar. Me he resignado toda mi vida y parecía no querer aceptar que vos eras mi hermana y que tenías derecho a decirme ciertas cosas de vez en cuando y que eras una persona de confianza, no una desconocida que vivía en mi casa. Apreder a confiar en vos desde "las lejanías" me permitió descubir en vos algo que jamás había visto: una amiga. Una consejera de primera, mucho mejor que otras personas de mi pasado y alguien con quien podré contar siempre, pase lo que pase. Perdón también por no haber notado antes cuán parecidas somos y cuantas cosas pordemos compartir, cuánto soy capaz de extrañarte cuando no estás y todo lo que me haces falta en mi día a día. Es difícil llegar a casa y saber que no estás, que a nadie le importa que hizo tal profesor o con quien sale equis persona, que fulano tiene una foto de perfil espantosa y que a mengano le cortaron pero se hace el superado, que sultana y su mejor amiga se pelearon a muerte. Y verte reir por facebook o camarita de Skype no es lo mismo que verte reír en persona, y desde la pantalla tu sonrisa no se ve tan grande y tu cara tan roja cuando te reís, tampoco te podés parar de la mesa para explicar una situación o dejar 50 frases inconclusas hasta que te tenemos que parar.

Por favor nunca dejes de ser así ni de decirme todo lo que pienses auqnue eso me pueda hacer enojar. Te ruego que jamás dejes de ser mi hermana preferida y no me cambies por ninguna más, que nunca dejes de reirte de mis chistes aunque empeoren con el tiempo y que jamás permitas que miremos programas de televisión distintos. Por favor opiná, opiná y opiná cada vez que creas que debes hacerlo en mi vida, porque tu opinión vale mucho para mi (aunque no la tenga en cuenta me planteo mucho las cosas si vos me dijiste que no me convenía y yo digo que si, para lo que sea). Y por último en las cosas que te quiero pedir es que vuelvas, que vengas, que me visites. Que te vengas conmigo tres días a "encerrarnos en un espacio al aire libre" y hablar solo nosotras dos y divertirnos a nuestra manera, a jugar un partidito de chin/jimm o de uno, a sacar un par de fotos, cocinar y reirnos hasta que nos duela todo.

Para redondear, mi último fin en esta carta era decirte te quiero por todas las veces que no lo hice, porque me costó admitirlo, porque no quería, porque no se porqué. Te quiero a pesar de todo lo que ha pasado, pasa y pasará. Te quiero como una hermana puede amar a la otra, como amiga, como madre/padre, como maestra, como consultora y psicologa, como cocinera, como payaso, transformista, cantante, actriz y como todas aquellas cosas que hemos sido juntas. Porque siempre te recuerdo con una sonrisa y no quiero que jamás cambie.

Te quiero y te extraño querida hermana aunque quisá jamás leas esto.

Tu hermanita menor.


Julia Turner

Fotografía por Valeria Ribas

You & Me


Es muy difícil mirarte y que no me mires, tanto cómo es hablarte y que no me escuches. Es horrible pensar en vos sabiendo que no estás pensando en mí. Mentiría si dijera que no me enoja la situación pero era la única solución. No te estoy pidiendo mucho... solo que me extrañes cuándo no tengas con quien reír, que te den ganas de abrazarme cuándo me veas con otro, que te tientes de mirarme cuándo digan algo que nos involucre. Solo te pido que me quieras aunque ya no quiera quererte.

Julia Turner
Fotografía por Julia Turner. Modelo: Julia Troia

Evidentes


Ese día estaba en tu casa lavandome la cara en tu baño, cuando levanté la vista me vi reflejada en el espejo y tu estabas detrás mío. No pude evitar mirarte por el espejo y me abrazaste desde atrás, tus manos rodeando mi cintura me hacían sentir cómoda y tu cabeza apoyada sobre mi hombro también. Nos miramos los dos al espejo, era la primera vez que nos veíamos juntos, nunca jamás lo habíamos hecho porque no teníamos fotos y jamás habíamos estado abrazados frente a un espejo o vidrio. Nos sorprendimos, nos veíamos bien. No pude evitar notar que mis ojos no eran los mismos que cuando me veía en el espejo de mi casa, los tuyos eran los que siempre tienes cuando me miras pero no los mismos que cuando miras a tus amigas. Nuestras caras eran raras, no eran las de siempre. Supongo que eso es lo que ve la gente cuando estamos cerca, eso es lo que los hace preguntarse sobre nosotros, eso es lo que los hace decir esa palabra que no te gusta escuchar. Somos muy evidentes, nadie se cree las mentiras que les decimos hace años... ya no existe esa mentira porque nadie la cree.

Julia Turner

Muestra de cariño


Lindo es levantarse por la mañana y darse cuenta que uno no tiene sueño. Lindo es abrir la heladera y descubir que está preparada tu comida favorita. Lindo es levanatarte y tener un mensaje de texto de alguien que esperábamos. Lindo es estar con 40 grados de fiebre y tosiendo bacterias y que tu mejor amigo vaya a tu casa a darte un abrazo igual. ¿Sabés qué es mucho más que lindo? Lo que me pasó estas últimas semanas.

Ya no era ni lindo ni hermoso ni bello. Era espectacular, era para recordar, era como para hacer una nota en facebook y que el mundo se entere.

Dos miércoles atrás por la noche me encuentro conectada a mi facebook y se conecta la persona que sale conmigo para hablarme, me tira un par de preguntas tipicas, algo así como "¿Qué tal? ¿Todo bien? ¿Que hiciste hoy?" Mis respuestas tan cortantes lo obligan a preguntar si estoy bien, para encontrarse la peor respuesta: "Si, esta todo bien". Asi, cortado, sin ningún "jaja", ni dos puntos pe, ni dos puntos parentesis, nada de nada. No se lo creyó, obvio. A la fuerza me terminó arrancando las palabras de la boca, una por una para enterarse una hora más tarde de que después de 4 meses de idas y vueltas, de mensajes de texto, de juntadas y tardes apasionadas yo ya no quería estar con él. ¿Por qué?, qué buena pregunta... ¿Cómo se lo explico?... Me gusta otro. Se lo dije porque habíamos prometido ser sinceros siempre y esta no iba a ser mi primer excepción, sobre todo sabiendo que posiblemente era la última vez que hablaríamos en buenos términos.

Es una lástima no haber podido ver su cara en ese momento, le estaba diciendo la verdad muy crudamente, ni siquiera había tenido tiempo de preparase porque de un minuto habíamos cambiado el tema de conversación, de mi estado de ánimo y mi día a nuestra inexistente relación amorosa que terminaba por no ser lo suficientemente amorosa. Me tenía que ir de la computadora porque mi padre estaba atrás mio acomodandose la mandibula después de enterarse de que solía tener una relación, le pasa por metido. No tuvo ni compasión de mi ni del pobre chico del otro lado que no comprendía una palabra y me sacó de la computadora.

Seguimos por mensaje de texto a pesar de que hace años juré jamás cortarle a una persona por mensaje de texto, me parece lo más "cara rota" en este mundo. Me preguntó por el chico que me gustaba y le respondí cada una de sus preguntas, no evadí nada y esperaba constantemente ese mensaje donde me dijera que era una puta, que no me merecía su cariño, un "no te quiero ver más" o por lo menos que me deje de responder los mensajes. Aquí es cuando empieza el momento sorprendente de la semana, se rompen los esquemas y todo se sale de lugar. Me llega un mensaje que no podía comprender, mi mente lo rechazaba, no podía ser cierto. "Te quiero y te deseo lo mejor con él. Gracias por todo lo que pasamos juntos".

Ahora, no se si es una excelente táctica para que yo me arrepienta de no querer estar con él o si él es realmente así como persona, pero desde aquel día en adelante no dejé de recibir mi mensaje matutino para desearme un lindo día, no dejó de hablarme ni de escribirme por el face. No me escribía intentando convencerme de que volvamos a estar juntos, me dió consejos para conquistar a mi amigo, se fijó que me encontrara bien cada día, cuidó de mi y me deseó lo mejor en todo momento. Nunca se despidió de una conversación sin antes decirme que me quería.

Me alienta a ser sincera con la persona que me gusta y confesarle mis sentimientos, me da fuerzas y no deja que mi autoestima decaiga, me habla de la vida y de sus experiencias. Yo creo que eso es quererme. Y no lo comprendo porque yo lo usé, yo estaba con el sabiendo que sentía algo por otro, yo nunca le pregunté cómo andaba o cómo había sido su día, nunca me desperté por la mañana pensando en él, tampoco me preocupé por saber si le sucedía algo, yo no lo quería y el ahora me demuestra cariño incondicional.

Para mi es extraordinario cuando uno piensa que no ha logrado influenciar en la persona y de pronto descubre que detrás de ese hombre que parecía ser frío había una persona buscando cariño y que sin siquiera notarlo se lo has brindado.

Me siento culpable, es como hacer una torta y no comerla dejando que se pudra, es como ponerse un vestido y no ir a la fiesta, como decorar tu casa y luego venderla. Abrí su corazón y luego no quise entrar en él.

Esto es una disculpa pública aunque quien debería leerlo jamás lo hará. Es un agradecimiento por quererme y respetar mis desiciones. Es mi única forma de expresar mis sentimientos sin sentirme estúpida.


Julia Turner

Nosotros


Me reí hasta que me dolió la panza y cada uno de los músculos de mi abdomen. Te miré hasta que me miraste y nos miramos hasta que nos avergonzamos. Nos abrazamos hasta que no encontramos una excusa para seguir haciéndolo. Enlazamos las manos hasta que promediamos nuestro calor corporal. Nos acercamos el uno al otro hasta que pudimos sentir la respiración en nuestro oído. Nos susurramos mentiras hasta que nos dimos que era en vano porque ya nos conocíamos demasiado. Fingimos no querer seguir hasta que no pudimos evitar nuestros impulsos.

Julia Turner

Cuatro cigarrillos y una decision que tomar.


La caja de los Marlboro estaba al lado de ella en el escritorio, el encendedor naranja arriba. Tentaban. Quedaban 7 cigarrillos y ella recordaba perfectamente cuando y donde se había esfumado ese octavo. Seguían tentando. Estaba nerviosa, hambrienta y con una sed de suicidio que literalemente mataba. No lo pudo contener. El viento no le dejaba prenderlo y parecía novata, las manos le temblaban y su boca estaba tensa. No podía dejar de pensar.

Septiembre, primavera, "la estación del amor" por primerva vez en su vida era lo último que se le pasaba en la cabeza, no eran tiempos de andar mariconeando por un chico que no existía, era el momento de deprimirse porque no sabía su futuro. Esa noche, el dia siguiente y el otro los tenía planeados, de allí en adelante... nada. No es algo preocupante, uno debe vivir el momento, ni planeando ni recordando mucho, la espontaneidad por encima de todas las cosas, pero este era uno de los pocos casos en los que ser espontaneo no sirve y las cosas hay que pensarlas.

El primer cigarrillo de esa tarde se lo fumó con un "mamarracho" en la cabeza, ya para el segundo las ides se habian acomodado un poco y para el tercero comprandía con bastante facilidad lo que sucedía y se irritaba. Ella pensaba... ¿Cuándo había dejado de ser niña? No sabía si habia sido durante su fiesta de 15, mientras sacaba el carnet de conducir, probaba su primer cigarrillo, compraba su primer preservativo, salía al primer boliche o si fue cuando le dieron la llave de su casa. En todos esos momentos ella se había sentido más grande y un poco menos chica pero sentía que esa niñez todavía estaba dentro suyo, latente. ¿Era o no era niña? Después de unos minutos encontró la respuesta, había dejado de ser niña. El momento exacto no lo recuerda pero sabe que no hace mucho tiempo sucedió, fue cuando después de muchos años hizo esa pregunta que se le hacen a los nenes en la primaria y que uno no la recuerda hasta sus 18 años cuando hay que reformularla.

¿Qué querés ser cuando seas grande?

"¿Cuando sea grande? Que insólito- penso ella- ya soy grande, porque ya es hora de decidirlo". De pronto, una nube en su cabeza, un sonido muy agudo y la sensación de que le están sacando miles de fotos con flash, se marea y se sienta.

¿Seguir lo que le dicen sus padres? ¿Lo que dice su amiga? ¿Lo que hay en su ciudad? ¿Lo que le de plata? ¿Lo que le de fama? ¿Lo que se le de la gana? No sabe. Había pasado los últimos meses paseando por terrenos desonocidos y probando nuevas ciencias, artes y disciplinas para encontrar una que le calzara, pero nada la llenaba. Ninguna de esas actividades tenía emoción alguna para ella, ninguna la hacía feliz. Estresada los últimos meses sentía que nunca encontraría la vocación de su vida, como si su camino no tuviera rumbo.

El cuarto cigarrillo lo fumó de antojo nada más, ya ni siquiera pensaba, más bien se esforzaba por sacar toda idea de su cabeza. Miraba a la gente pasando por la puerta de su casa, donde se había ubicado una hora atrás, veía como caía el sol y las casas tornaban un color anaranjado, miraba la luz que parpadeaba porque hacía meses que no la arreglaban, veía gente y sus profesiones en cada una de sus caras y sus formas de caminar, se veía en el reflejo de la ventana y encontraba un gran vacío en ella.

Las ganas de despejarse eran inevitables y no lo iba a lograr jamás fumando como típica histérica y mirando pasar a la gente que volvía de sus trabajos, volvió a la casa y salió minutos después con una bici y un reproductor de musica. Carla Bruni a todo volumen y unas pedaleadas mas tarde se encontraba finalmente en paz. Iba despacio, tranquila y el sol ya casi no se veía, habían solo rastros de su existencia en algunas nubes del cielo. Concentrada escuchando una canción, intentando recordar la letra y mirando atentamente la rueda que parecía estar torcida no lo escuchó, ni lo vio y a penas lo sintió... ya después no sentiría nada. Fue un camión, fue un doble acoplado el que la rozó, la tiró y finalmente la pisó, fué un Wolsvagen 2007 el que acabó con su vida.

De pronto ya no importaba nada, cuantos años tenía, si sabía conducir, si era grande o pequeña, qué estudiaría, lo único que importaba ahora es que había una vida menos. Solo ella podría comprender ahora el motivo por el que nunca encontró su vocación, por el cual nunca era capaz de planear un futuro lejano, por el cual ese día veía su propio rostro y en el no encontraba nada. No estaba destinada a vivir.


Julia Turner.


Fotografía por Julia Turner. Modelo: Julia Troia

Eres obsesión e inspiración


"No crees que es lógico q me obsesiones,

al pintar en tu cara sonrisas, la mayor de mis pasiones es, (...)

no pasa el tiempo si te tengo al lado,

no existen sombras,

desde que haz llegado me haz iluminado.(...)

cuando vamos paseando, conversando,

cuando ves que estoy mirando,

sacando mi lado mas tierno

estudiando tus mivimientos bajo el sol"

Nah- Amor libre

Me sorprendés, cada día un poco más. Porque tus ojos escarvan cada día más profundo, tus caricias son más tiernas, tus palabras delicadas, tus sonrisas más sinceras, cada día te pareces más a tí. Un segundo más que pasa y un sentimiento más que admites, tienes menos miedos a que la gente sepa quien eres y en que andas.

Te quiero así, a escondidas, te quiero a vos y no al que aparenta. Yo deseo al que me juega y al que me acaricia, al que me pelea y al que me mira, yo me adueño del que me hace reir y llorar, yo me pierdo con el que me provoca y manda mensajes, me alegro con el que escucha mi musica y se preocupa por mi.

Esperaba charlas y me las diste, abrazos y no tardaron en llegar, te pedí mensajes y no lo dudaste, los sentimientos llegaron por instinto y los besos ya no los espero, porque recién ahora entiendo que después de distinguirnos tantos años de los demás no los podiamos desilusionar, nuestros besos serían unicos tambien. Nos besaríamos sin los labios, nos besaríamos con miradas y palabras.

Nada de esto debe terminar, nada debe cambiar. Feliz estoy por no ser una más, por ser con la que todo fue distinto y con la que te quedarás. Estoy feliz de que te adueñes de mi felicidad, de que te quedes con cada parte para volvermela a regalar.


Julia Turner


Fotografía por Julia Turner. Modelo: Julia Troia

Poesía


¿Hay algo peor que decirle a una chica de 17 años que su madre está muriendo? Si, lo hay. Que la chica de 17 años sea la que esté muriendo y su madre informando. Hace un par de años no lo hubiera comprendido, mi inocencia me permitía creer que eran siempre los hijos quienes despedían a sus padres. Mi primer recuerdo de una muerte joven es Axel Blumberg y eso fue a mediados del 2004, es decir que yo contaba ya con 10 años pero fue un hecho que me marcó muchísimo. Aún recuerdo haberme encerrado en mi cuarto, luego del discurso de su padre con velas encendidas en la Plaza de Mayo que todos recordarán, intentando escribir con mi poco vocabulario y recursos una poesía para ese padre herído. Eran palabras simples, algunos dirán que eran frases superficiales pero el significado era mucho más profundo cuando se tenía en cuenta el sentimiento con el que lo escribí. Era una niña de 10 años confundida y desesperada porque acababa de descubrir una realidad que jamás había visto, encerrada en mi burbuja como me encontraba hasta ese momento. Era una de las primeras veces que veía el noticiero con interés, me llamaba mucho la atención ver a ese hombre entre el grito y el llanto, implorando piedad por su hijo fallecido. Mis padres vieron la poesía y la enviaron, jamás supe si esa carta llegó a destino, si alguien alguna vez la leyó pero siendo tan pequeña me sentía feliz de que alguien pudiera recibir un poco de apoyo y fuerza, aunque sea de una desconocida.

Hoy aquí me encuentro, en el mismo cuarto donde escribí esa poesía, siete años más tarde, intentando encontrar las palabras justas para escribir una poesía para mis padres. Porque se que ya no quedan tantos niños como yo era antes y que mi muerte no será trágica y por lo tanto nadie jamás sabrá de ella al menos que desee saberlo. Las cámaras no se acercarán a mis padres y ellos no darán ningún tipo de discurso, tampoco estarán sorprendidos por mi muerte porque les ha sido anticipada, pero igual yo quiero que ese día ellos reciban su poesía. Quiero hacerlos sentir bien auqnue ya no esté con ellos.

Julia Turner.

Fotografía por Julia Turner