miércoles, 23 de febrero de 2011

Doble ve, doble ve, doble ve, punto, Facebook, punto, com


"3925 había sido su redord, a el llegaba un lunes por la mañana cuando su última solicitud de amistad enviada había sido aceptada. No importaba quien era esta persona, cual era su nombre, sexo o edad, lo que importaba era el número al que ella llegaba. Ella no conocía a esta persona, así como no conocía personalmente a dos tercios de sus "amigos", ni profundamente a siete octavos de ellos". ¿Y ahora qué? "Elemental, mi querido Watson": "socializar".¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?. Desde el principio es más sencillo. Aquí corto.

Se creó al cuenta para no ser de menos, para incluirse en las conversaciones y enterarse la vida privada de la gente. Tal vez pensó que no sería un vicio o que nada cambiaría. Pero de pronto las amistades se hacían con cliks y no con confianza y ya no era dificil eliminar a alguien de la vida. Bueno... si eso es vida.

Se sentía una más, con su "vida nueva" podía fingir ser alguien que no era, podía photoshopear cada una se sus fotos, y mentir en cada uno de sus estados, podía vivir donde quisiese y hablar los idiomas que le gustaban. Pero lo qué más la atrajo fue poder hacer muchos más amigos de los que había podido hacer hasta el momento.

¿Pero de que sirve? Hacer clicks no te va a asegurar que cuando te pase algo allí estarán, ellos no serán la mayoría en tu funeral, no los puedes abrazar y jamás te verán llorar, no podrás tocarlos ni sentirlos. Lo peor de todo es que jamás sabrás si son verdad, mirarlos a los ojos es un lujo y que sean sinceros con ellos no es parte de esta sociedad.

Sus ojos son pixeles y sus frases se acomodan en código binario, cada una de sus sonrisas son virtuales y pueden borrar un sentimiento con la misma rapidez que una publicación.

Ellos no son reales, esta vida no es real. Dejarse atrapar por esto es lo peor que te puede pasar porque pronto dejas de vivir tu vida para meterte en la de los demás. Y no puedes evitar saber la nueva relación, o escuchar la misma canción que el que la publicó, no resistes la tentación de entrar en el perfil de quien te gustas para añadir otra descepción. Y si no te gusta lo que te dicen lo puedes eliminar y los comentarios de las fotos donde sales mal se desvanecen en el mundo virtual.

Dejaron de ser amigos, son simples personas que aceptaron meterse en tu privacidad.

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